viernes, 23 de marzo de 2012

Diálogo.

- Deja de mirarme.
El joven la mira embelesado. La boca abierta, la mirada clavada en la guapa dama que tiene ante él. No da crédito.
- Será posible... ¡deja de mirarme ya! ¿qué tengo yo que no tengan otras?
- Tú eres distinta al resto, otras mujeres no tienen ese halo de misterio tan sutil.
- Vaya, que dominio de la lengua ¿eres poeta o algo así?
- No me dedico a nada. Paso los días intentando sobrevivir.
- ¿sobrevivir? ¿a qué?
- Las calles están llenas de baches, no sé si me entiendes...
- ¿intentas convencerme para que te de alguna limosna verdad? ya pillo el truco.
- Siendo sincero, no quiero dinero, me conformo con tu bonita sonrisa.
- Eso suena muy bonito, pero lo difícil es llevarlo a la práctica. Yo ya tengo novio, si eso intentas.
- ¿o sea, que alguien antes que yo se ahorró las tonterías que te estoy diciendo?
- No, más bien ensayó su papel antes de salir a escena.