viernes, 15 de julio de 2011

Elegir.

Un hombre anda por un camino, es casi de noche, está en las afueras del pueblo. Decide volver y al darse la vuelta, algo extraño ha ocurrido. El camino no es el mismo. Se ha partido en dos. Extrañado, mira ambos caminos. las dos opciones se sumergen en la densa oscuridad. ¿Cuál es el camino por el que venía? debe ir por alguno de los dos. Debe elegir. Y se adentra en el camino de la derecha, por puro azar. Empieza a andar. Una sensación extraña fluye por su piel. La oscuridad le está abrazando, puede sentirla dentro, fría, clavándose en su alma. Se ha equivocado en su elección, se está muriendo y no lo sabe. debería haberlo pensado y no dejarse llevar por la fuerza del azar. Siempre es importante razonar.

sábado, 9 de julio de 2011

Renacer

fallecí en extrañas circunstancias. He vuelto a nacer como una araña, me di cuenta cuando vi mi vista a ras del suelo y unas ocho patas se movieron a mi señal. En mi vida anterior era oficinista y mi rutina consistía en papeleo y más papeleo. Ahora es distinto, empleo el día en tejer telarañas en las que tarde o temprano cae alguna mosca desprevenida. Me asaltan miles de dudas sobre comerme una mosca. ¿Y si es alguien como yo, reencarnado, que ha tenido peor suerte? es triste pensar que volverás a este mundo como una araña, pero más triste es pensar que serás comido por una. Con solo pensarlo, a través de mis colmillos segrego un veneno mortal sobre mi víctima. Me produce mucha tristeza ver como la pobre mosca se revuelve, intentando huir sin éxito, pero tengo que comer.
Cierto día, en el desván donde he establecido mi hogar, descubrí sobre una silla lo que para mí era una gran montaña. Trepé por la pata de la silla para darme cuenta de que esta montaña era una de mis camisetas de cuando era un niño. ¿ Y esta inmensa cúpula? una gorra de Béisbol. Más adelante, encuentro más objetos de mi vida anterior: lápices (vaya, no eran árboles derribados), las praderas blancas (folios)...
Vuelvo a mi telaraña lleno de recuerdos, pero más tarde descubro que mi verdadero hogar está junto a los objetos de mi otra vida.