martes, 14 de mayo de 2013

Ahí arriba (segunda parte).

Fuimos al observatorio al día siguiente, me dijo que sabía cómo plantear este asunto y que allí tenía el material necesario. Nada más entrar me invadió un olor fuerte y viciado e instantáneamente me tapé la nariz con la mano. El habitáculo estaba lleno de porquería, la comida basura ocupaba el escritorio y había latas de refresco y batidos tirados por el suelo. El sitio parecía la habitación de un adolescente con agorafobia, más que el centro de investigación de un astrónomo.

- Éste sitio está lleno de mierda -le dije en un tono ciertamente acusador-.

- ¿Qué te esperas? llevo sin pisar ésto desde hace 6 años... al ver esa cosa en medio del firmamento, me asusté, apagué todo y salí corriendo, lo dejé todo tal cual, no me centré en recoger.

- En fin... quita las cajas de pizza de encima y busca en el ordenador.

Olvidé mencionar que este lugar estaba lleno de monitores y teclados por todas partes. Pizza, latas y ordenadores de última generación, en eso consistía el habitáculo.

Encendió el ordenador y empezó a teclear un montón de códigos y combinaciones de teclas, aquello era increíble, por la pantalla salían líneas y líneas de números y letras como una cascada. Al mismo tiempo, en los otros monitores iban surgiendo imágenes a toda velocidad.

- ¿Qué son exactamente todas esas cosas que tecleas? -estaba alucinando-

- Cálculos, millones de suposiciones, esquemas y códigos que formulé para esa raja inmensa -me decía sin dejar de teclear-

Al cabo de un rato, dejó de escribir. El ordenador casi echaba humo.

- Ya está.

- ¿Y bien?

- Como ya te mencioné, es una brecha sideral ¿el tamaño exacto, ancho, largo etc? ni idea, va creciendo conforme pasa el tiempo, ahora mismo, mientras hablamos, podría estar expandiéndose. ¿profundidad? lo mismo puedo decir, llego a la conclusión de que crece al ritmo de la ''entrada''. Duele decirlo, pero sí, los cálculos son todos suposiciones, cosas que he calculado a ojo por así decirlo. Esa cosa se me escapa de las manos. las fotos que han salido mientras tecleaba son fotos que he hecho yo mismo, me he tenido que fiar de 4 fotos de una raja en medio de ninguna parte.

Estábamos decepcionados, no sabíamos qué hacer con eso, el hecho de llamarlo brecha sideral era una suposición.

Se me ocurrió entonces una locura.

- ¿Y si es un agujero negro, que se ha plantado ahí en medio?

- No... en ese caso, ni estaríamos hablando, en cuestión de segundos nos habría absorbido, ni nos daríamos cuenta de qué habría pasado. Por eso me intriga, es algo que no había visto antes...

- ¿Podemos solucionarlo?

- Chico, no somos héroes, somos hormigas comparados con eso.

Se me ocurrió entonces llamar a la radio, intentar difundir el fenómeno. El investigador y yo solo conseguimos una entrevista en un programa de los sábados llamado '' Maníacos de lo oculto''.

Nos recibió un tipo con el pelo largo y lacio y que llevaba una camiseta en la que ponía '' Quiero creer'' con el dibujo de un marciano debajo. Nos explicó como funcionaban estas cosas y nos dijo que en en breve pasaban a nuestra entrevista. Tragué saliva.

- Estamos aquí con el aficionado de lo oculto (¿cómo?) Rick Martens y el investigador Bob Brooks, que dicen haber visto un fénomeno sin igual: una raja abriéndose en el cielo. Rick, háblanos un poco de esto.

- Ehh, sí, eso es, yo vi una apertura longitudinal en medio del firmamento (ya que salía en la radio, por lo menos, hablaría con un poco de propiedad).

- Suena muy extraño ¿qué nos puede decir nuestro amigo Bob?

- En efecto, descubrí esto hace unos 5 o 6 años, desde entonces ha seguido creciendo sin descanso.

- ¿Tiene ésto solución? - el locutor parecía estar aburridísimo, le estábamos contando que había una brecha surcando encima de nuestras cabezas y él ni se inmutaba -

- No parece que podamos hacer nada - dije poniendo tono grave - somos mortales contra el cosmos (ésto me quedó muy bonito) y nos va a comer, el cosmos mismo nos va a comer - dije pesadamente -

Esa frase pareció afectarle de verdad. Hizo una señal con los dedos al resto de gente en la sala. Creía que lo hacía por nosotros, pero resultó ser algo mucho peor.

Señaló a la ventana que daba a la calle y vi como se ponía a llorar. Y vi porqué se puso así.

De la grieta estaban saliendo seres de color gris. Iban cayendo lentamente sobre el pavimento con gesto decidido.

Por fin sabíamos que era esa raja en el cielo. Era una puerta. Una entrada.

Y me empezaron a temblar las piernas.

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