jueves, 30 de junio de 2011

Acepto.

Frente al lago la hermosa doncella mira su reflejo. la brisa roza su nívea piel y mece sus cabellos negros. Es de noche y la luna lo observa todo. No sabe cuánto tiempo lleva allí, cuando de repente unas burbujas emergen a la superficie y rompen su imagen cristalina. Del fondo del lago surge un hombre vestido con una túnica gris y encapuchado, no se puede apreciar su rostro. Aunque ha salido del agua, su ropa no está húmeda. La joven no puede articular palabra.
- Surjo desde el mismo averno. Vengo a liberarte de tu condena -dice con voz profunda el encapuchado-.
- ¿P-por qué vienes a por mí?
- Quiero darte un capricho que miles de personas han suplicado. Te ofrezco la inmortalidad.
- ¿Que te tengo que dar yo a cambio?.
- Tu alma parece pura. dámela y yo te liberaré de tu aburrida vida mortal. Únete a mí.
- Acepto.

Él le ofrece su mano. apenas ella la toca, el frío la invade. Y juntos descienden hacia la eternidad.

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