lunes, 5 de diciembre de 2011

Debilidad

Sentado en el banco el joven espera a su amada. Tiene en sus manos flores y una caja de bombones. Se ha aseado para la ocasión, y un perfume caro adorna la velada.

Ahí la tienes, vestido verde, tacones rojos, labios carmesí. El chico sonríe, el corazón quiere salir de paseo. Las manos le tiemblan al extender el ramo de claveles hacia ella.Él suda como si estuviese en medio del desierto.
- Al fin volviste de tu viaje -dice el chico-
- Ha sido un viaje largo, sí.
- Una ciudad ehh, bonita ¿no?
- Florencia es una ciudad hermosa, eso es cierto.
- ¿que tal el piso de alquiler?
- Muy bien, una gente estupenda.
- Yo...
- Déjate de bobadas, tú quieres saber qué he hecho todo este tiempo ¿verdad?
- De acuerdo, lo admito.
- No pienses cosas raras. Sabes de sobra que yo jamás te engañaría con otro ¿no?
- Ni yo con otra. En todo el tiempo que has estado fuera no he pensado en nadie más que en ti.
- Que dulce eres.

Pero él sabe de sobra que esto se desmorona. Ya no es como antes. La distancia ha destrozado su relación. Los 5 meses de ausencia le llenaron de inseguridad y angustia. La noche previa a la llegada de su amada no durmió nada. En ese tren ya no llegaba la chica de ojos de avellana que le quitaba la respiración. En ese tren ahora llegaba la carga sentimental de 5 meses huecos.

1 comentario:

  1. Una bella y triste historia en la que elevas de tres a cinco los meses que dicen que dura el enamoramiento. Nada permanece inalterable al paso del tiempo.

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